miércoles, 25 de febrero de 2015

Clara Campoamor Rodríguez

Clara Campoamor.pngClara Campoamor Rodríguez fue una política española, defensora de los derechos de la mujer y principal impulsora del sufragio femenino en España, logrado en 1931, y ejercido por primera vez por las mujeres en las elecciones de 1933. Tuvo que huir de España a causa de la guerra civil. Murió exiliada en Suiza.Clara Campoamor.pngEn 1898, con diez años de edad, la muerte del padre llevó a Clara a dejar sus primeros estudios para colaborar en la economía familiar

.En 1914, ganó con el primer puesto por oposición, una plaza en el Ministerio de Instrucción Pública, lo que le permitió regresar a Madrid, donde fue destinada como profesora especial de taquigrafía y mecanografía en las Escuelas de Adultas. 

Durante los años siguientes alternó este trabajo con los de traductora de francés, auxiliar mecanógrafa
En 1920 inició sus estudios en la Facultad de Derecho, . Con 36 años, se convirtió en una de las pocas abogadas españolas de la época. Al mismo tiempo daba conferencias.

 sus ideas sobre la igualdad de las mujeres la acercaron al PSOE. Pero nunca llegaría a afiliarse a dicho partido, ni aceptó la colaboración de los socialistas con la dictadura de Miguel Primo de Rivera.

Antonio Machado

https://www.youtube.com/watch?v=hAruFBOrf48                                         https://www.youtube.com/watch?v=DHQ-_bf9NFI

miércoles, 11 de febrero de 2015

Senderos de gloria

En mi opinión es una película bastante buena que refleja la mayoría de los aspectos de la primera guerra mundial, ya que se enmarcan temas como la cobardía y el orgullo por la patria.

También es verdad que es una película muy antigua por lo que lo esencial si se aprecia pero no es muy realista a la hora de las escenas de acción.

Dr. Héctor

POEMA DE ANTONIO MACHADO

A JOSE MARÍA PALACIO

Palacio, buen amigo, 
¿está la primavera 
vistiendo ya las ramas de los chopos 
del río y los caminos? En la estepa 
del alto Duero, Primavera tarda, 
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!... 

¿Tienen los viejos olmos 
algunas hojas nuevas? 

Aún las acacias estarán desnudas 
y nevados los montes de las sierras. 

¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa, 
allá, en el cielo de Aragón, tan bella! 

¿Hay zarzas florecidas 
entré las grises peñas, 
y blancas margaritas 
entre la fina hierba? 

Por esos campanarios 
ya habrán ido llegando las cigüeñas. 

Habrá trigales verdes, 
y mulas pardas en las sementeras, 
y labriegos que siembran los tardíos 
con las lluvias de abril. Ya las abejas 
libarán del tomillo y el romero. 

¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas? 

Furtivos cazadores, los reclamos 
de la perdiz bajo las capas luengas, 
no faltarán. Palacio, buen amigo, 

¿tienen ya ruiseñores las riberas? 

Con los primeros lirios 
y las primeras rosas de las huertas, 
en una tarde azul, sube al Espino, 
al alto Espino donde está su tierra...


Miguel Primo de Rivera

Miguel Primo de Rivera y Orbaneja , nació el 8 de enero de 1870 en Jerez de la Frontera, murió en París  el 16 de marzo de 1930, fue militar, político y dictador español. Fue segundo marqués de Estella y Grande de España.


Juventud
Hijo de Miguel Primo de Rivera y Sobremonte y de Inés Orbaneja y Pérez de Grandallana, Miguel Primo de Rivera pertenecía a una familia jerezana de gran tradición militar.
Su abuelo, José Primo de Rivera, participó en la Guerra de la Independencia y luego en la de la Emancipación Americana.
Su bisabuelo, Rafael de Sobremonte, tercer marqués de Sobremonte y mariscal de campo del rey, fue virrey del Río de la Plata.
Y su hermano pequeño, Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, héroe de Monte Arruit, condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando.

A la edad de catorce años ingresó en la Academia Militar. 
Tras completar la instrucción, fue destinado a Melilla, destino en el que logró una serie de rápidos ascensos que le llevaron al grado de capitán, obteniendo incluso la Cruz Laureada de San Fernando. 
Se casó en 1902 con Casilda Sáenz de Heredia, con la que tendría seis hijos. 
En 1908, fue ascendido a coronel y poco después quedó viudo, al no sobrevivir su esposa al parto de su sexto hijo. En 1909 fue destinado al norte de África, tomando parte en la Guerra de Marruecos. En 1912 fue nombrado general de brigada, por sus méritos militares. Era el primer militar de su promoción en llegar al generalato. En 1915 volvió a la península, como gobernador militar de Cádiz.

Debido a su trayectoria militar, estaba vinculado al grupo de militares africanistas. Sin embargo, se pronunció a favor del abandono del protectorado norteafricano.

Con el visto bueno del rey Alfonso XIII, el apoyo de buena parte de la patronal, la Iglesia Católica, el ejército y de las fuerzas conservadoras en general, Primo de Rivera encabezó un Directorio Militar que concentró en él todos los poderes del Estado.

Durante la primera fase de la dictadura (el Directorio Militar, entre 1923 y 1925), persiguió a los anarquistas (cuyo sindicato CNT fue declarado ilegal) y a los comunistas (que se habían escindido del PSOE y adherido a la III Internacional).
La Unión Patriótica (1924), reforzó el proteccionismo estatal en favor de la industria nacional.

El Directorio Militar dio paso a un Directorio Civil (1925–1930) y se nombró una Asamblea Nacional (1927) que elaboró un anteproyecto de Constitución (1929). 

Vida privada

La hija menor del dictador, Pilarcondesa del Castillo de la Mota (1907-1991), sin enlace ni descendencia, tuvo asimismo una larga trayectoria política (1934–1977) en el Movimiento como delegada nacional de la Sección Femenina.


León Trotski

Era un revolucionario ruso. Organizó la Liga Obrera del Sur de Rusia (1897).

Fue desterrado a Siberia y consiguió huir en 1902 a Londres, donde se unió con Lenin intentando reconciliar a los bolcheviques con los mencheviques.

Participó en la Revolución rusa de 1905, que fracasó y le volvieron a deportar al mismo lugar, del que se volvió a escapar en 1906. Recorrió el mundo, y volvió a Rusia en la Revolución de febrero de 1917, en la que se derrocó a Nicolás II.

Fue elegido presidente del Sóviet de Petrogrado. Fue el principal responsable de la toma del Palacio de Invierno por los bolcheviques, que restauró el régimen comunista en Rusia, en la Revolución de octubre de 1917.



Aunque Lenin ocupó la cúspide del poder, Trotski desempeñó un papel crucial en el gobierno soviético. Fue primer comisario de Asuntos Exteriores de Rusia, negociando con los alemanes la paz de Brest-Litovsk, que retiró al país de la 1ª Guerra Mundial para concentrarse en la consolidación de la Revolución. Fue comisario de Guerra (1918-1925), cargo desde el que organizó el Ejército Rojo y derrotó en una guerra civil a los ejércitos blancos y a sus aliados occidentales.

Lenin le señaló como sucesor, pero Stalin consiguió apartarle de la dirección en 1925, expulsarle del partido en 1927, deportarle a Kazajistán en 1928 y desterrarle del país en 1929.

Trotski no cesó en su lucha revolucionaria, escribiendo escribiendo obras en defensa de sus ideas y organizando una corriente comunista disidente. Stalin le hizo asesinar por un agente soviético.

La casa de Bernarda Alba

teatro:

















miércoles, 4 de febrero de 2015

Primera Guerra Mundial





1ª Guerra Mundial









  
                                                        Álvaro Varoh

ACTIVIDADES PRIMERA GUERRA MUNDIAL

http://www.historiasiglo20.org/ACTIV/

Federico García Lorca

                                En la cabaña del Farmer
                                                   Vaca




Se tendió la vaca herida;

Árboles y arroyos trepaban por sus cuernos.
Su hocico sangraba en el cielo.

Su hocico de abejas
bajo el bigote lento de la baba.
Un alarido blanco puso en pie la mañana.

Las vacas muertas y las vivas, 
rubor de luz o miel de establo, 
balaban con los ojos entornados.

Que se enteren las raíces 
y aquel niño que afila su navaja
de que ya se pueden comer la vaca.

Arriba palidecen 
luces y yugulares.
Cuatro pezuñas tiemblan en el aire.

Que se entere la luna 
y esa noche de rocas amarillas:
que ya se fue la vaca de ceniza.

Que ya se fue balando 
por el derribo de los cielos yertos
donde meriendan muerte los borrachos.

(Poema futurista) La canción del automóvil - Marinetti

A MON PÉGASE L’AUTOMOBILE
¡Dios vehemente de una raza de acero,
automóvil ebrio de espacio,
que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes!
¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,
nutrido de llamas y aceites minerales,
hambriento de horizontes y presas siderales
tu corazón se expande en su taf-taf diabólico
y tus recios pneumáticos se hinchen para las danzas
que bailen por las blancas carreteras del mundo!
Suelto, por fin, tus bridas metálicas.., ¡Te lanzas
con embriaguez el Infinito liberador!
Al estrépito del aullar de tu voz…
he aquí que el Sol poniente va Imitando
tu andar veloz, acelerando su palpitación
sanguinolento a ras del horizonte…
¡Míralo galopar al fondo de los bosques!...
¡Qué importa, hermoso Demonio!
A tu merced me encuentro… ¡Tómame
sobre la tierra ensordecido a pesar de todos sus ecos,
bajo el cielo que ciega a pesar de sus astros de oro,
camino exasperando mi fiebre y mi deseo,
con el puñal del frío en pleno rostro!
De vez en vez alzo mi cuerpo
para sentir en mi cuello, que tiembla
la presión de los brazos helados
y aterciopelados del viento.
¡Son tus brazos encantadores y lejanos que me atraen!
Este viento es tu aliento devorante,
¡insondable Infinito que me absorbes con gozo…
¡Ah! los negros molinos desmanganillados
parece de pronto
que, sobre sus aspas de tela emballenada
emprenden una loca carrera
como sobre unas piernas desmesurados…
He aquí que las Montañas se aprestan a lanzar
sobre mi fuga capas de frescor soñoliento…
¡Allá! ¡Allá! ¡mirad! ¡en ese recodo siniestro!...
¡Oh Montañas, Rebaño monstruoso, Mammuths
que trotáis pesadamente, arqueando los lomos Inmensos,
ya desfilasteis… ya estáis ahogadas
en la madeja de las brumas!...
Y vagamente escucho
el estruendo rechinante producido en las carreteras
por vuestras Piernas colosales de las botas de siete leguas…
¡Montañas de las frescas capas de cielo!...
¡Bellos ríos que respiráis al claro de luna!...
¡Llanuras tenebrosas Yo os paso el gran galope
de este monstruo enloquecido… Estrellas, Estrellas mías,
¿oís sus pasos, el estrépito de sus ladridos
y el estertor sin fin de sus pulmones de cobre?
¡Acepto con Vosotras la opuesta,... Estrellas mías …
¡Más pronto!... ¡Todavía más pronto
¡Sin una tregua¡ ¡Sin ningún reposo
¡Soltad los frenos!... ¡Qué! ¿no podéis?...
¡Rompedlos!... ¡Pronto!
¡Que el pulso del motor centuplique su impulso!
iHurral ¡no más contacto con nuestra tierra inmunda !
¡Por fin me aparto de ella y vuelo serenamente
por la escintilante plenitud
de los Astros que tiemblan en su gran lecho azul!

POEMA DE RUBEN DARIO

QUE EL AMOR NO ADMITE CUERDAS REFLEXIONES


Señora, Amor es violento, 
y cuando nos transfigura 
nos enciende el pensamiento 
la locura. 

No pidas paz a mis brazos 
que a los tuyos tienen presos: 
son de guerra mis abrazos 
y son de incendio mis besos; 
y sería vano intento 
el tornar mi mente obscura 
si me enciende el pensamiento 
la locura. 

Clara está la mente mía 
de llamas de amor, señora, 
como la tienda del día 
o el palacio de la aurora. 
Y el perfume de tu ungüento 
te persigue mi ventura, 
y me enciende el pensamiento 
la locura. 

Mi gozo tu paladar 
rico panal conceptúa, 
como en el santo Cantar: 
Mel et lac sub lingua tua. 
La delicia de tu aliento 
en tan fino vaso apura, 
y me enciende el pensamiento 
la locura.

Los origenes de la primera guerra mundial


POEMAS DADAISTAS

Parar el reloj,poema expresionista





Parar el reloj

Solo quiero que me escuches, que me entiendas
Solo quiero que me quieras y te arrepientas 
Pero debo aceptar mi realidad
Debo de aceptar de que tú nunca vas a regresar

solo quiero volver al pasado 
Y revivir todo lo que juntos habíamos formado 
Y parar el reloj para siempre
Para estar junto a ti todos los días al verte. 

No puedo parar el reloj por siempre
El tiempo avanza y la vida sigue
¿De que sirve recordar todo lo que hiciste? 
¿Ahora que mas da? Si mi corazón ya partiste.

                                            Daniela Bonilla